Este tipo de mina no ha sido objeto de una definición detallada y precisa de su contenido. No obstante, podemos decir que se trata esencialmente de minas antitanque o minas anti vehículos equipadas con sistemas anti manipulación y que están, según la mayoría de los estados, dentro de la jurisdicción exclusiva de la convención sobre Ciertas Armas Convencionales y que las disposiciones de la Convención de Ottawa no se aplican a ella.
Sin embargo, es posible considerar que algunos otros artefactos podrían corresponder al título de minas distintas a las minas anti personal, como por ejemplo, ciertas granadas a efecto antipersonal, las minas marinas cuando se utilizan en los ríos y las costas, etc. No se debe olvidar que las minas antitanque pueden tener efectos antipersonal. Un cierto número de minas francesas tienen ese problema.
Actualmente se están celebrando numerosas discusiones dentro de la Convención sobre Ciertas Armas Convencionales (CCAC) en cuanto a la definición de estas armas pero también sobre la posibilidad de restringir su uso y ampliar las normas que les son aplicables en el ámbito del Derecho Internacional Humanitario.
Las minas antitanque tienen a veces ciertos problemas humanitarios igual de importantes que las minas antipersonal. Muchas minas antitanque pueden hacer explotar vehículos civiles ya que éstas son incapaces de discriminar su objetivo. La mayor parte de las minas antitanque se activan cuando se aplica una cantidad de presión sobre su sistema de disparo. Tomemos el ejemplo de Angola en 2002, en todo el periodo posterior del cese al fuego: desde el anuncio de la paz las poblaciones angoleñas que habían sido desplazadas a causa de la guerra regresaron gradualmente a sus tierras de origen. Fue un movimiento migratorio fenomenal que llevó a algunas personas a atravesar el país o incluso varios países. Estas poblaciones pasaron por zonas desconocidas tomando riesgos con más frecuencia ya que no conocen los lugares contaminados por las minas (al menos tan bien como las poblaciones locales que permanecen en ese lugar).
Durante su regreso a las regiones de origen, estas poblaciones estuvieron en campos de refugiados. Este fue el caso de Kuando Kubango, una provincia en el sur de Angola. A pesar del final del conflicto, muchas organizaciones internacionales han tenido accidentes con minas antitanques. Luego de una serie de incidentes importantes, en partículas, un incidente con Médicos sin Fronteras es recordado. Estos es lo que MSF escribe en su sitio web sobre este incidente:
“Los campos minados son un gran obstáculo para toda misión humanitaria. El accidente del 29 de noviembre de 2002 es un ejemplo trágico: ese día una mina antitanque estalló bajo un vehículo de MSF cerca de Mavinga, matando a siete personas e hiriendo a otras seis. A la excepción de un niño, todas las personas fallecidas formaban parte de un equipo médico Angoleño.
Este incidente dio inicio al cierre de una serie de programas y llevó a las Naciones Unidas a limitar sus actividades y a limitar o poner restricciones de seguridad a las ONG y a las agencias de Naciones Unidas presentes en el país. Especialmente, muchas personas que se encontraban en campamentos desminados en el país murieron de hambre y a causa de ciertas enfermedades debido a una única mina antitanques.
Así, la cuestión de las minas antitanque debería analizarse teniendo en cuenta las graves consecuencias que estas pueden traer. Muy a menudo estas son armas que no pueden distinguir a sus víctimas, que a veces tienen efectos de minas antipersonal y, que no han recibido la atención necesaria por parte de los gobiernos.